Cualquier kayakista que haga travesías necesita usar
la carta para planificar la singladura.
Lo normal es hacerlo trazando sobre la carta por lo que se llama “estima
gráfica”. Nos encontramos con dos problemas básicamente:
1. Sabemos donde estamos, hacia donde vamos y la
distancia que recorreremos y queremos calcular a donde llegaremos en la carta, esto
es la estima directa:
Partimos de una situación conocida, de un rumbo y de
una distancia. Tomaremos en la carta, con el compás de puntas, en su lado vertical
la latitud y en el horizontal la longitud. Una vez situada en la carta la
posición inicial o de salida, pondremos justo encima de ella el transportador (su
centro) y marcaremos en él el rumbo al que deseamos navegar. Trazaremos desde
la situación de salida y con el rumbo hallado una larga línea recta. Esta será
la derrota loxodrómica. Sobre ella, midiendo con el compás, en el lado vertical
de la carta o de las latitudes, la distancia que habremos de navegar (cada
minuto de latitud corresponderá a una milla de distancia) sobre la derrota
trazada en la carta habremos determinado la nueva situación. Haciendo uso del
compás de puntas, en las correspondientes escalas, podremos determinar las
coordenadas del punto de llegada.
2. El problema inverso será cuando conozcamos la situación de salida y llegada, teniendo que calcular el rumbo y la distancia entre ambas posiciones:
Tendremos que actuar de la siguiente forma: primero situaremos
en la carta, por conocer sus coordenadas, tanto la situación de salida como la
de llegada.Posteriormente se unirán ambos puntos con una línea recta,
que será la derrota loxodrómica. Alcanzado este punto mediremos el rumbo con el
transportador, y ya sólo nos quedará medir la distancia mediante el compás de
puntas sobre la derrota, llevando la abertura que nos haya dado hasta el lado
vertical de la carta (latitudes) teniendo siempre en cuenta que cada minuto de
la latitud será una milla de distancia. De esta forma habremos podido calcular el
rumbo y la distancia para trasladarnos de un sitio a otro. Dado que conocemos
la distancia, si conocemos nuestra velocidad, también podremos saber el tiempo
que tardaremos de una posición hasta otra.
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