lunes, 7 de noviembre de 2022

Costa de Portugal

Portugal es un país con 943 km de costa continental, y otros 917 km de costa insular. El litoral peninsular es batido por las olas del Océano Atlántico Norte en su vertiente W, siendo más amables las condiciones de navegación en el S (Algarve). El clima es oceánico mediterráneo y nos encontramos tanto arenales como costa acantilada y rocosa. 

Esta travesía ha sido realizada en varios tramos, como parte del proyecto de circunnavegación de la península ibérica. El proyecto lo he realizado sin prisa, realizando algún tramo el año que podía, ya que no tenia posibilidad de realizar toda la costa de una vez, por el tiempo que se requiere, debido a su longitud, mi disponibilidad y otros muchos proyectos que he ido llevando a cabo a la vez. La costa portuguesa la he recorrido en parte en solitario y en parte con Ainhoa, que los días que no se ha venido al agua siempre ha estado ahí desde tierra por lo que su participación ha sido imprescindible.

Por otro lado, el objetivo era conocer la costa en profundidad no realizar una travesía rápida, se han recorrido todas las playas y ensenadas, acantilados, cuevas etc...

El primer tramo fue la costa sur, pasando de España a Portugal cruzando el rio Guadiana, y llegando a Sagres, recorriendo el Algarve. 

La costa oeste ha sido recorrida de norte a sur pasando de España a Portugal cruzando el rio Miño, y llegando igualmente a Sagres. 


COSTA ATLÁNTICA SUR:

El paso de España a Portugal partiendo de la población onubense de Ayamonte, en el rio Guadiana, desde donde nos dirigimos hacia la desembocadura en busca del mar.


La estiba del material de una travesía tiene su cosa...

Decidimos que la primera paradita fuera para comer un buen bacalao dorado (bacalhau á Brás) portugués, y comenzar con buen pie... la gastronomía es una de las expresiones culturales que no hay que perderse nunca cuando se viaja.



Aprovechando las posibilidades de navegación interior por la Ría Formosa, para visitar la isla de Culatra, santuario de cruceristas...



Lugar perfecto para acampar.


Saliendo de nuevo al mar ... otra vez baile entre las olas.


Playas solitarias sin acceso por tierra... en la costa oeste, muchísimas más...


Otras, más concurridas.


La geología de este litoral es espectacular, la erosión de su roca caliza, ha dado lugar a a formaciones muy  particulares, con multitud de cuevas en sus acantilados, muchas de ellas abovedadas e incluso con pérdida del techo, por lo que el acceso de la luz zenital les da un aspecto de cuento...





                    

Los kayakistas tenemos la manía de buscar lugares tranquilos para descansar.

 

Aunque algunas veces es necesario desembarcar en algún núcleo urbano para aprovisionamiento...



Sin comentarios...

















Algunos días ventosos también en el sur aunque menos que en la Costa Oeste


Tras algo mas de 200 km de litoral llegada a Sagres.






Costa Atlántica OESTE:

Un viaje comienza mucho antes de que demos el primer paso .... o palada...


El paso de España a Portugal por el norte, desde Galicia, cruzando la desembocadura del Rio Miño


La planificación de la ruta es muy necesaria. Siempre navego con la carta preparada.

Una característica de las palayas portuguesas, importante para nosotros kayakistas es que son muy frecuentes las rocas en las orillas de arena que no suelen verse con la rompiente en marea alta. La imagen de las playas es muy diferentes en pleamar o bajamar.

La misma orilla con la marea más baja..

En la costa oeste, las olas atlánticas vienen de poniente sin nada que las detenga desde mucha distancia por lo que normalmente son potentes y altas. El habitual la ola orillera que produce un importante escalón y resaca.   

El ambiente es extraordinario...




Otro identificador cultural: en zonas pesqueras, el diseño de las embarcaciones tradicionales nos dan una idea de las condiciones de navegación de sus mares. 

Los pescadores locales siempre aportan información valiosa sobre la costa cuando es la primera vez que pasamos por ahí.



También se realizó navegación por las rías más importantes, además de la linea costera. Destaca la ría de Aveiro. El trascurso del agua paralelo a la costa tiene 45 km (si en aguas interiores medimos en kilómetros no en millas). La anchura máxima llega a los 11 kilómetros.

Esta laguna constituida con el movimiento del agua se produjo a partir del siglo XVI. Entorno muy humanizado con cuatro grandes canales y diferentes islotes. Hay que controlar bien las mareas para navegar por aquí.




Ya de vuelta al mar.


En lo relativo a la longitud y características de las etapas, hay que estudiar bien las llegadas a costa, algún desembarco imprevisto por empeoramiento de las condiciones de mar y visibilidad, en zona no planificada llegó a ser un poco complicado. Este es uno de los inconvenientes de las etapas en solitario. 

Otro de los inconvenientes de palear solo es que hay pocas fotos, son todas subjetivas y generalmente malas...



El uso del casco es obligado muchos días por el estado dela rompiente.


En mi kayak siempre va el equipo de seguridad, y no falta el cag de emergencia que en caso de escapes inesperados incluso vivacs imprevistos aporta protección ante los elementos.


En las playas del norte, es frecuente que las embarcaciones que faenan cerca de la costa se estacionen en la misma arena muchas veces.



Y que se utilicen tractores para las maniobras, incluso para recoger las redes desde tierra (sustituyendo a los bueyes que lo hacían antiguamente).




El pescado se clasifica en la misma playa con mano experta bajo la mirada de curiosos. 


Cada cual a su faena...


Acantilados y playas se alternan constantemente.



Pescadores y mariscadores, buenos conocedores del terrenos se lo curran bastante.




Nosotros seguimos con nuestro recorrido


Hay algunos hitos en esta costa, como el paso de Nazaré. Afortunadamente en la temporada estival no se montan sus famosas olas gigantes. Hoy el día está especialmente bueno, con olas que no llega ni al metro y medio. La perspectiva desde el faro te pone en tu lugar.. donde está Wally..?


En el propio faro se pueden ver algunas de las tablas que han cabalgado olas potentes por aquí...



Una vez pasado el cabo enfilamos a la ciudad, para un descansito. Al final fueron varios días por niebla cerrada... 


Así que a aprovechar para cuestiones logísticas...


Y otras cosillas...

 La gastronomía, también es cultura...

Y a veces arte...



LA METEO Y LA MAR

Como siempre conviene estudiar bien los vientos dominantes en cada estación para definir correctamente el sentido de la travesía, en este caso norte-sur. En época veraniega son importantes los vientos térmicos  y cuando no hay viento en la costa oeste suele haber niebla. 


Atentos a este fenómeno porque cuando se cierra no se ve absolutamente nada. Algún desembarque obligado hubo por este tema...


Lo normal es que tengamos olas.



En zonas con muchos kilómetros de acantilados, donde se palean muchas millas sin escapes, aprovechamos algunos  abrigos naturales, acondicionados como pequeños puertos de pescadores, que tienen un encanto especial.



Seguimos.


Al paso por Peniche, descartamos en esta ocasión visitar las islas Berlengas, lo dejamos para otra ocasión, porque es un cruce que merece la pena.


Muchas playas surferas.... aunque no veamos surfistas... montones de "picos" que se merecen quedarse un día jugando allí, pero el camino continúa..


En las playas con socorristas, hay que "negociar" con ellos las salidas.


Y siempre te mojas....




Muchos rincones que se nota que no tienen mucho has visitas...




Refugios protegidos de aguas verdes por la presencia de micro algas. 


Otro fin de etapa.


Muchos tonos de mar, dependiendo de los fondos y de la luz del día.


Desde la península de Troia en nuestra ruta hacia el sur,  larguísimas playas y el mar más tranquilo.



Aún así, en los desembarques nos aguarda nuestra "amiga" la ola orillera... a la que le encanta empanarnos de arena.


Desde Sines hasta Sagres, la Costa Vicentina es increíble, dura, pero espectacular. 





Merece la pena acercarse a las paredes para jugar un poco con las olas.





Algún rincón hay para descansar



Pero a veces, toca palear muchas horas seguidas porque la costa no da tregua, hay que descansar y estirar en el barco.





Las tres últimas jornadas fueros días de condiciones espectaculares, que nos permitieron completar el final de la Costa Vicentina juntos y metiéndonos por todos los rincones. 





Brutal la sensación de soledad y majestuosidad del entorno.


Pasos imposibles con otras condiciones de mar.







Tranquilidad en el cabo.


San Vicente... desde el agua se ve muy diferente... 


Una vez montado el cabo, ya nos acercamos a Sagres...   


Círculo cerrado y travesía completada. Vestidos ya de persona aunque. con restos de sal por todas partes a buscar un lugar para celebrarlo, con una buena cena aquí en Sagres.


LOGISTICA

No han existido problemas para acampar en playas, siguiendo la buena costumbre kayakista de montar tienda tarde y desmontar temprano.  

Cuando el fin de etapa es en algún lugar habitado, las instalaciones playera portuguesas son muy buenas generalmente, lo que nos permite endulzar el equipo.





Cuando ha sido posible dormir en furgo, se han aprovechado las comodidades...



Y en ocasiones aprovechar paradas en núcleos urbanos para mejorar las condiciones de confortabilidad aún más. Un buen descanso en cama, y un poco de cariño al material ...


Hasta la próxima...