martes, 4 de febrero de 2020

Cargar el kayak al hombro

En nuestras salidas a palear, la movilización y transporte de la embarcación en tierra es un tramite necesario que puede convertirse en una incomodidad si no lo tenemos adecuadamente preparado, o lo que es peor puede provocarnos alguna lesión o desperfecto en el kayak.


Si bien lo correcto es palear en grupo y transportar los barcos de manera conjunta, creo que es bueno que seamos autosuficientes en el manejo de nuestro equipo. Cargar autónomamente nuestro kayak para trayectos cortos es sencillo,  si su peso es contenido y tenemos un mínimo de forma física.

Ya hemos hablado aquí de la forma de transporte para largos recorridos: click. Pasamos a ver la secuencia de movimientos, y algún truco cuando cargamos el kayak para llevarlo al agua o salir de ella.

El primero de los trucos es buscar el mejor lugar disponible si tenemos elección: cuanto más alto este el kayak (nos costará menos subirlo) y más blanda la superficie (por si se nos resbala) pues mejor. Por ejemplo si estamos saliendo del agua, subiremos el kayak al hombro, con agua por la rodilla (si la mar lo permite)... no es buena idea llegar hasta la arena para iniciar la maniobra.

Otros truco, todos llevamos una esponja para secar el agua de la bañera, pues la esponja al hombro bajo la hombrera del chaleco, antes de nada.


Secuencia de movimientos, la dividimos en tres fases:

1. Una vez fijada pala etc a la cubierta para tener las manos libres, nos acercamos al kayak y lo cogemos por la brazola de la bañera con ambas manos, en el agua es fácil de balancear, si estamos en tierra es buena idea meter ambos pies bajo el casco.


Cuidado con la brazola que no está preparada normalmente para levantar un kayak, por el labio externo. Cargamos siempre con las manos por dentro. 


2. La segunda fase consiste en subir el kayak a la rodilla del lado de la embarcación. Truco: poner el cubre sobre la rodilla antes. Las manos están por dentro de la bañera con las palmas hacia arriba y lo más separadas posible. La subida es rápida y con la espalda lo más recta posible, buena idea echarnos un poco hacia atrás, contrarrestando el peso de la embarcación.


3. La tercera fase. Desde la rodilla al hombro del mismo lado. El el mismo paso nos giramos para que el kayak quede ya dispuesto para movernos.


Otro truco, la mano contraria al hombro que utilizamos, pasa tras nuestra espalda y sujeta la brazola de manera que el peso kayak descansa en ambas manos, no sobre el hombro.


Y nos vamos...