miércoles, 14 de marzo de 2018

Carabelas portuguesas!

No es normal encontrarlas por aquí, son frecuentes en los océanos Indico, Pacífico, y en las zonas cálidas del Atlántico. En situaciones como la que estamos viviendo, de fuertes vientos mantenidos, pueden llegar a nuestra costa atlántica.
 

No es una medusa sino una colonia de seres vivos que viven en simbiosis, su nombre científico es la Physalia physalis. Del grupo de hidroides que lo componen, interesa saber que los dactilozoides, que conforman los tentáculos, con longitudes a veces de decenas de metros tienen cientos de miles de nematocistos, que albergan una decena de tipos de venenos. Es con estos venenos como atacan a sus presas, pues son seres carnívoros (normalmente pequeños peces).  En el ser humano, el veneno de la carabela portuguesa tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas, produciendo un dolor muy intenso, así que hay que tener cuidado. Son peligrosas incluso fuera del agua.
 

Si hay contacto con ellas lo mejor es acudir a un servicio sanitario, para tratar los síntomas. Como actuaciones de primera instancia:
  • Aplicar agua salada en la zona afectada.
  • Aumentar la temperatura de la zona posteriormente con agua caliente, durante unos 15´.
  • Si hay afectación ocular, lavar durante bastante tiempo a chorro. 

Foto: Wili Hopupu

martes, 6 de marzo de 2018

Toca trabajo en tierra

En estos días, tenemos la cosa revuelta por aquí, y nuestro terreno de juego está bastante blanquito.



Aunque el entrenamiento cruzado  del fondo y la fuerza/resistencia, deben estar presentes de forma constante en el programa de mantenimiento de cualquier palista que se dedique a esto de manera medianamente seria, en las épocas en que tenemos menos posibilidades de hacer entrenamiento específico, podemos aprovechar para aumentar la carga en preparación física.

Personalmente, el gimnasio me aburre mucho, y además prefiero los ejercicio con el propio peso.  El entrenamiento con autocarga es intenso y efectivo. A mi me parece que son rutinas mucho menos lesivas que las pesas.

Yo utilizo el sistema TRX,  fundamentalmente porque lo puedes montar en cualquier sitio, y es muy sencillo. Se trabaja  en suspensión, con un sistema de cintas no elásticas. Tiene la ventaja para los piragüistas de que además de desarrollar la fuerza, mejora el equilibrio y la estabilidad del core. 


Este tipo de entrenamiento se inició en los 90 a partir de la necesidad  de mantener en forma a las miembros de las unidades de operaciones especiales estadounidenses, sin instalaciones especiales y estuvieran donde estuvieran.


 Pues nada... a machacarse.... !