Rescate esquimal

El rescate esquimal es una maniobra de rescate asistido básica. Es la maniobra de elección en caso de vuelco, si el palista no tiene capacidad de autorrescate autónomo con esquimotaje, y si se navega acompañado. Si no sale, siempre puede realizarse luego un rescate asistido "húmedo" (recate en "T" etc..)

Lo fundamental de este rescate es su rapidez y limpieza. Evita nadar y reembarcar al palista volcado y al rescatador el tener que vaciar el kayak y asistir al reembarque.

La idea es simple, si vuelcas y no puedes adrizar el kayak, tranquilízate (todos podemos aguantar la respiración unos segundos bajo el agua), saca ambas manos del agua, una a cada lado del kayak y golpea con ambas el casco. Los demás palistas, si están atentos (cosa que hay que hacer siempre cuando se navega acompañado), enseguida se darán cuenta y se acercarán a ti.

El rescatador acercará su proa todo lo posible a la mano del volcado (sin machacársela...). El volcado, tras haber golpeado repetidamente el casco habrá empezado a mover adelante y atrás ambas manos, de manera que cuando se acerque la proa, la tocará rápidamente.

  

Con la proa en la mano, ya solo queda dar un golpe de cadera que nos ayudará a impulsarnos en la rotación del kayak, mientras hacemos fuerza sobre la proa del kayak rescatador (este es un punto muy firme..).

La salida del agua es similar a la del esquimotaje alemán (de hecho esta maniobra es muy adecuada para aprender el golpe de cadera) con el cuerpo lo más atrás posible, siendo la cabeza lo último que sale del agua.

Ya solo queda agarrar de nuevo la pala y seguir nuestra ruta.

Algunas cuestiones importantes:

• Es bueno aprender por ambos lados, pero al principio, practicaremos por el que nos sea más sencillo (será el mismo por el que comenzaremos a esquimotear).
• Durante la maniobra no hay que descontrolar la pala.
• Es adecuado aprender a adrizarnos usando solo una mano (la del lado por donde salimos), eso nos servirá de base para el correcto aprendizaje del esquimotaje.