Estamos acostumbrados al
sistema métrico decimal, que se utiliza habitualmente para los cálculos sobre mapas
terrestres. Este sistema se basa en el metro (diezmillonésima parte del
cuadrante del meridiano terrestre) y sus múltiplos. Normalmente las distancias
se miden en kilómetros y las velocidades en kilómetros por hora.
En navegación marítima las distancias se miden en millas y las velocidades en nudos (millas/hora) por una cuestión evidente de simplicidad, pues nuestro posicionamiento y desplazamiento se realiza en relación a paralelos y meridianos que se reflejan en la carta náutica en grados y minutos, utilizando la latitud y la longitud como coordenadas, que no tienen escala decimal sino sexagesimal. Un minuto de grado es exactamente la medida de una milla náutica, por lo que es muy rápido la medición de las distancias utilizando como patrón la medida del minuto de latitud, que refleja la carta.
Además
de esto, la información meteorológica marina y oceanográfica (vientos,
corrientes etc..) se expresa en estas unidades, y son datos que debemos incluir
en nuestros cálculos. Los navegantes se expresan en estos términos en las
comunicaciones por la radio y otros canales, etc…
Hago
esta entrada por conversaciones que he tenido con compañeros, buenos
kayakistas, que se empeñan en hacer sus cálculos náuticos en base al kilómetro,
simplemente por una cuestión de costumbre de uso en tierra. Esto obliga a constantes conversiones de kilómetros a
millas y viceversa (multiplicando o dividiendo las cifras 1.852 y 0,54). En mi
opinión, los kayaks de mar son embarcaciones como cualquier otra, y lo adecuado
es utilizar la misma sistemática en navegación.
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