Nuestra pala es el elemento más personal de nuestro equipo, vínculo con el agua, punto de apoyo e impulso y conductor de sensaciones.
Las características de la pala van a determinar pues nuestra relación con la mar, modularán nuestra técnica, y permitirá conseguir o no la efectividad y eficiencia pretendidas. ¿O será al revés... nuestro estilo, tipo de paleo y técnica serán los determinantes para la elección de la pala correcta? .... ambas cosas claro.
Ya se ha hablado por aquí de palas en varias ocasiones, y desde hace ya tiempo. De su evolución hice un repaso hace 6 años, y sin embargo lo que hoy cuento tampoco es tan distinto click
Para determinar la longitud de nuestra pala, lo primero es conocer si paleamos con ángulo alto o bajo, esto generalmente es consecuencia de nuestra historia kayakista. Quien venga de una pala wing tendrán ángulo alto y quien use pala groenlandesa bajo. De manera resumida: Paleo alto, mayor velocidad y aceleración, menor apoyo. Paleo bajo, mayor apoyo, menor velocidad y aun menor aceleración. Esto vale también para la pala europea.
Entrando ya en las características propias de la pala, además del material con que estén fabricadas, que influirá en su peso y rigidez especialmente, la superficie de la hoja y el ángulo entre ellas son fundamentales para nosotros.
La superficie de la hoja nos marcará la resistencia que nos ofrecerá en la fase acuática del paleo, a cambio del impulso correspondiente a nuestro barco, y el ángulo entre las hojas, el giro que debemos imprimir a la pértiga por la mano directora. Las palas son ya mayoritariamente de dos piezas, con ángulo regulable. Esto además facilita mucho su transporte.
Una buena técnica de paleo se basa en meter la pala en el agua lo más adelantada posible y sacarla a la altura de la cadera. La hoja debe ir durante su recorrido acuático sumergida completamente hasta el cuello. Con esto ya tenemos un tercer determinante de la longitud de la pala. Nuestra propia envergadura, la distancia que hay entre los extremos de los dedos de nuestras manos con los brazos en cruz.
El gesto técnico debe ser idéntico en ambos lados y el movimiento se lleva a cabo utilizando los músculos más grandes de nuestro cuerpo. Para esto es básica la torsión del tronco apoyándonos en el impulso alternante de las piernas, con extensión del lado que está en fase acuática.
Lo anterior es la hermosa teoría, practicable en aguas tranquilas, pero en la mar las cosas no son tan fáciles.
La pala además de una función de impulso hacia delante también nos estabiliza, y en nuestro caso, que vamos sin timón además nos sirve para timonear, ya sea en popa o en proa.
No voy a poner aquí tablas para calcular longitudes de pala, muchas marcas tienen en sus webs guías para seleccionar la pala ideal para cada cual, si bien, de acuerdo a todo lo anterior tu horquilla de medida estará más o menos entre 117% y 124% de tu altura/envergadura. Las referencia de medida de nuestro equipo conviene hacerlas en relación a nuestras medias antropométricas. Si tienes una constitución equilibrada, altura y envergadura serán bastante parecidas.
Dudas y aportaciones al tema pueden reflejarse en comentarios, que agradezco. Nos vemos en el agua!