Menorca es una isla con 702 kilómetros cuadrados y 216 kilómetros de costa. El litoral es muy acantilado y rocoso, si bien tiene bastantes resguardos, un total de 75 playas y calas. Una buena parte de ellas no tienen acceso fácil desde tierra, lo que las mantienen bastante salvajes, por algo es Reserva de Biosfera desde 1993.
La isla es encrucijada de las fallas tectónicas generadoras de los relieves europeos occidentales, por lo que tenemos un muestrario de masas rocosas diferentes en su costa.
Como en casi todas nuestras islas, hay una especial diferencia entre el litoral norte y el sur, el primero, más antiguo, agreste y oscuro, compuesto de rocas siliceas, esquistos, gres y pizarras. El segundo más joven, humanizado y claro, de rocas sedimentarias calcáreas.
Arenas blancas y agua cristalina... de esto último tiene mucha culpa las praderas de posidonia oceánica, que funcionan como oxigenadora y filtro del agua del mar. La isla es muy plana, con una altura máxima de 357 m, por lo que los vientos de sur (Siroco) que viene de Africa y de norte (Tramontana) que sopla fuerte a través del Golfo de León, la recorren fácilmente.
Recortando completamente la costa, con una etapa media diaria, de algo menos de 20 millas náuticas, en seis días de navegación se completa totalmente la vuelta, con tiempo suficiente, para meternos por todos los rincones. Las pernoctas siempre junto al mar.
Estas han sido muestras singladuras:
1 Fornells - Cala Algaiarens (playa des Bot)
Iniciamos el paleo en el norte de la isla, con un buen parte meteorológico, lo que nos permitirá recorrer metro a metro cada roqueo.
La bahía de Fornells tiene una salida relativamenten estrecha, dejamos la Mola a nuestra derecha y nos vamos en sentido contrario a las agujas del reloj, doblando el Cabo de Fornells bajo la antigua torre que lo domina, (1802),
Encontraremos muchas de estas torres cilíndricas a lo largo de nuestra ruta de tiempos de la ocupación británica. Ya vemos desde aquí el Cap de Cavallería, el punto más al norte de la isla.
Bajamos ahora hacia el sur, a la Cala Tirant, urbanizada, por lo que pasamos rápido, para ir dirigiéndonos a la Punta Negra, vamos girando, y en nuestro rumbo, ya prácticamente a 0º pasamos por cuevas, arcos y alguna calita.
Entorno natural de la foca monje, hace más de 30 años. Ya no quedan...
La punta se denomina Cap Roig, con muros y roquedales que se alzan casi el centenar de metros sobre el agua, dejamos a estribor la Illa des Porros. Hay que separarse de la pared para ver bien el faro, nosotros preferimos pasar sin verlo, y disfrutar de las olas de rebote típicas de los cabos. El faro de Caballería tiene un alcance de 70 kilometros y es el mas antiguo de la isla. Para más información sobre faros. click
Pasada la punta hay un escape cómodo, la cala Viola de Ponent, a 200 metros de la carretera que lleva al faro, también es un lugar con encanto para pernocta.
Antes de iniciar nuestro camino hacia el oeste, pasamos Cala Torta y la Punta de Vernís, para llegar a la Playa de Caballería.
El agua es muy limpia e invita al baño.
Ainhoa no perdona...
El entorno es muy bonito y muestra la dureza de la mar con Tramontana en su efecto sobre las rocas, de tonos rojos y ocres que presentan depósitos estratificados de distintos componentes.
Más puntas y calas, con alguna playa concurrida, a pesar de que el acceso es por pista forestal (Binimel-lá). La siguiente cala es Pregonda, buen sitio para dormir, pero nosotros continuamos, entre jardines de roca.
Ya vemos la Illa de Ses Bledes, la dejamos por estribor.
Mas islas y pequeñas calitas sucesivas. Los acantilados de Binidalfá tienen una milla de longitud, y 100 m de alto.
Continuamos paleo hasta llegar a la cala del Pilar, donde hacemos paradita y baño, en sus aguas cristalinas.
La costa es agreste, con grandes cantos en los recovecos y los acantilados más altos de Menorca bajo la Muntanya Mala. Ya está atardeciendo y la luz, sobre el color ocre es magnífica.
El Peñón del Cap Gros, y al rato Cala d´Algaiarens fin de la singladura de este primer día, encajada en un espeso pinar y con tres entradas. Nuestro hotel mil estrellas será la playa del Bot.
Cerca tenemos una zona húmeda con mucha vida.
Así amanecimos a la mañana siguiente ...
2 Cala Algaiarens - Son Xoriguer
Salimos hacia poniente, bajo los acantilados de Corniola, dejando atrás los veleros que han pasado la noche fondeados en nuestra cala.
Aquí el sustrato es calcáreo por lo que abundan las oquedades y cuevas, y algún que otro puente de roca, como el de Colomar.
El paso por Cal Morell es rápido, a pesar de su aguas turquesas, pues al tener acceso rodado y viviendas, en esta época es una zona de baño muy frecuentada.
Nada más pasar la Punta de s´Escullar, que ya tiene la suya propia, comienza el festival de cuevas... Esta parte de la isla es complicada de palear con mar del norte, que combate bravo, con bastantes tramos largos de costa alta continua.
Una cruz, nos recuerda la tragedia del barco francés "General Chanzy" que naufragó aquí en 1910, solo sobrevivió una persona de las 152 que estaban en el vapor, por algo la primera cala cercana al cabo se llama Calasmorts. La segunda es Calaspous, también profunda y tiene el único escape de la zona, (trabajoso), un refugio de pescadores, al fondo.
El paso de Punta Nati es uno de los hitos de la travesía (posiblemente el punto más complicado con viento), punto de encuentro de Tramontana, Siroco y Poniente, dejamos la costa norte para comenzar el descenso hacia el sur, recorriendo toda la vertiente este de la isla, esta jornada es larga.
Desde aquí hasta Ciutadella, paisaje kárstico total, con cuevas que nos entretienen. En el Cap de Bajolí, persiste una torre vigía de 1694. El arco de Pont d´en Gil pide que pasemos bajo él.
Dentro de las cuevas el agua es de color azul ultramar.
Llevamos ya varias horas seguidas paleando, hay que estirar...
Sucesión de calas, Calaspiques, Cala en Forcat, Cala en Brut, Cala en Blanes, con aguas cristalinas, pero colonizadas por urbanizaciones.
El paso del canal de entrada a Ciutadella, hay que hacerlo mirando bien a ambos lados y por el lugar más estrecho (como siempre) por el tráfico de embarcaciones rápidas, atentos a los Ferrys...
Descanso para comer algo ... en zona habitada...
Costeando hacia la Punta de Santandria, vamos volviendo a la tranquilidad. Tras Cala Blanca los acantilados ya están exentos de edificaciones. La mar esta tranquila hoy, aún así hay que estar atento cuando entramos en la cuevas porque entran olas aisladas.
Desde el agua se divisa bien el Cami de Cavalls , este sendero que recorre todo el perímetro de la isla, es otra estupenda opción para recorrer su costa, pero desde tierra.
El Cami data de 1330 (tiempos de Jaume II), y se usaba para defender la isla. En 2010 se rehabilitó para recorrerse a pie, en bici o a caballo. Es el GR223, sendero de gran recorrido (185 Km).
Mucha avifauna.
Bajos acantilados nos llevarán hasta el Cap d´Artrutx, cuyo faro marca el punto Suroeste insular.
Continuamos un poco hasta la playa de Son Xoriguer donde montamos el campamente de esta segunda noche. Aquí hay una urbanización con supermercado y pizzeria así que ... sunset beach pizza, antes de preparar campamento.
3 Son Xoriguer - Son Bou
Como todos los días, desayuno y a recoger, estibando todo el equipo en los kayaks... es lo que tiene esto de la autosuficiencia.
Desde el principio y hasta el final de la etapa de hoy, calas y cuevas, una tras otra, con aguas turquesas o fondos de posidonias.
El problema lo vamos a tener en el cumplimiento del horario, imposible no recrearse.
Los acantilado suben de altura de manera gradual.
Tras cala Talaier, llegamos Cala en Turqueta con mucha presencia de aves, en los roquedales y de turistas en las playas, especialmente en la espectacular Cala Macarella. A la izquierda según accedemos esta cala Macarelleta.
Es difícil en esta zona del litoral encontrar playa sin gente.
Llegando a cala Galdana los acantilados ya tienen casi al medio centenar de metros. En toda la zona hay mucha vegetación (pino mediterráneo con su sotobosque), el lugar es una pasada, y por ello ha sido colonizado por la industria turística.
Los acantilados siguientes son los de Enfonsat de Binissaid y la Baldritxa Encantada, con profundas cuevas.
Ya toca paradita para comer...
Seguimos hacia el este.
Cala Mitjana y Cala Mitjaneta con sus cuevas, pasamos el Pont de n´Ali, para llegar a la Cova Foradada. Más calas, que nos llaman al baño, la mas solitaria Cala Fustam, buen sitio para dormir, aunque nosotros seguiremos todavía bastante trecho hasta el atardecer.
Más cuevas hasta llegar a la gran playa de Binigaus, y a Santo Tomás. aquí la costa tiene menos interés, así que nos vamos al Escull de Binicodrell a jugar entre rocas y cavidades.
Luego el largo arenal de Son Bou, que tiene detrás su laguna litoral y urbanización, al final de la playa un gran hotel. La mole del Cap de ses Penyes que se tiñe de dorado con la luz del atardecer nos llama, para alejarnos de la gente.
Esta calita (Llucalari) tras el cabo, es nuestra meta de hoy, pero al llegar vemos que entre los grandes bolos hay un alto manto de posidonioa y el único lugar adecuado para montar campamento lo tiene ya ocupado una pareja que ha llegado en una kayak doble.
Vista la hora que es y la distancia al próximo desembarco posible, nos damos la vuelta, volvemos a pasar el cabo y acampamos en la playa de Son Bou.
Tercera jornada completada.
4 Son Bou - Punta Prima
Tras un buen desayuno y desmontar campamento pasamos por tercera vez el cabo, paleamos para pasar bajo las Penyes d´Alaoir, altos acantilados que tienen un pequeño resguardo, la Cala de Sant Llorenç, que en tiempos tuvo un embarcadero.
Estos atormentados acantilados de 80 metros tienen una longitud de unos seis kilómetros, hasta que llegamos a Cala en Porter, que también ha sido pasto del desarrollo turístico de la isla, incluida la Cova d´en Xoroi en lo alto de las paredes, en la que se ha construido.
Hay que aprovechar parta hacer las comunicaciones que tengamos pendientes cuando encontramos una cala abierta poblada, porque lo normal, es que en el agua bajo las paredes no tengamos cobertura.
Se mantiene la espectacularidad en el paisaje, con grandes oquedades y hendiduras como el Racó de Sant Josep, hasta llegar a Calascoves.
Calascoves es un bonito rincón rodeado de montones de cuevas que han sido utilizadas por los habitantes insulares desde hace 4000 años. Paramos aquí a picar algo.
Continuamos, que aún nos queda mucho trecho hoy.
Vamos entrando en cueva tras cueva, Cova de sa Fonteta, Cova des Magatzems, Cova des Suros, Cova de ses Arxes.... para aburrir...
Hoy hace mucho calor...
Impresionante...
Una vez superemos la Punta des Pins, Es Canutells es un abrigo muy agradable, a pesar de la existencia de viviendas.
Continuamos con entrantes y cuevas, el Caparrot de Forma es precioso con sus aguas límpidas, ya los chalets y urbanizaciones son permanentes, especialmente en cala Binidalí y cala Biniparratx, muy protegidas de la mar.
En la primera de estas paramos a comer, aunque ya sea tarde.
Hasta el final de nuestra etapa hoy, en Punta Prima, el litoral está totalmente construido, pero sigue siendo bonito, hay poca profundidad cerca de la orilla, así que con "movimiento" hay que tener cuidado.
Pasamos Cap d´en Font, y Caló Blanc. Rodeamos los islotes d´en Marçal y llegamos a Cala Binissafúller. Tras su islote y la punta del Morro d´en Botifarra aparecemos en Caló dén Frust, donde se encuentra el poblado de Binibéquer Vell, reconstrucción de un antiguo pueblo de pescadores de la zona.
Siguiendo la costa baja, cala de Binibéquer y Biniancolla, esta última la típica de pescadores, que a los kayakistas nos va perfecta...
Vemos a nuestra derecha la Illa de l´Aire, con su faro. En el agua una baliza cardinal que protege la navegación marítima de los fondos. Aquí además se encajona el viento y suele complicarse la navegación a vela. Recuerdos de la última vez que pasé por aquí cuando veníamos de Mallorca pasando el canal en la travesía "Palma a Roma", con olas.
Divisamos la torre de Son Ganxo, que data de 1787 y que es nuestra referencia para saber que hemos llegado al final de la singladura de hoy, pues marca la entrada a la playa de Punta Prima, punto de inflexión sureste de la costa, que gira hacia el norte.
Hoy nos daremos un homenaje...
5 Punta Prima - Arenal de Morella
Arrancamos la jornada en busca de Maó que ya está a "tiro de piedra" como quien dice, aunque antes, recorriendo los acantilados llegamos a Alcalfar, cuyo acceso lo marca su torre, sobre un pequeño cabo.
La entrada de la cala tiene unos islotes que la protegen, la baja profundidad entre ellos, no es problemas para nuestra embarcación.
Al poco llegaremos al Caló de Rafalet, pasaje muy largo y estrecho, con arena al fondo y rodeado por un encinar, sitio perfecto para dormir.
Pasamos algunas puntas, en una zona de poca profundidad, antes de girar hacia la Cala de San Esteve.
En el promontorio que acabamos de dejar atrás se encuentra la torre d´En Penjat, que protegía el puerto de Mahón.
Esta zona guarda ruinas de castillo y fuerte, (español e inglés) que se levantaron como estructuras defensivas tras los ataques a la ciudad, el peor en 1535 en que Barbaroja la saqueó.
No entraremos hacia Es Castell y cruzamos directamente el canal de acceso, que como el de Ciutadella está siempre muy animado, sin embargo este tiene un salto más estrecho hasta la boya verde de marcación lateral siendo por lo tanto más seguro.
Vamos rodeando el peñón de la Mola, las pareces son altas, 70 u 80 metros al llegar a la Punta de s´Esperó.
Tenemos una tirada sin escapes en entre piedras y puntas, hasta llegar a el Cap Negre, y luego Cala Mesquida con sus barracas de pescadores y correspondiente torre de defensa inglesa de 1799.
Entre varios peñascos en el agua, los islotes de Sacudia, accedemos a la bahía de Es Grau.
La primera playa que vemos es la del Arenal Gran, junto al Pa Gros, monolito de roca oscura de pizarra. Tras alguna calita recogida, seguimos hasta la Punta de sa Galera.
Tenemos a estribor la Illa d´en Colom. Esta es la isla mas grande junto Menorca, y tiene un par de buenas playas.
Continuamos nuestro paleo por el pas para dirigirnos a la que se encuentra más al norte, Arenal d´en Moro donde nos detendremos para comer, baño y siesta.
Retomamos el paleo dirigiéndonos a la torre de Rambla, del año 1802, que se visualiza claramente sobre un peñón de pizarra.
La zona tiene poca profundidad, nos movemos en un jardín de rocas, enseguida pasamos cala rambla.
El paleo es tranquilo, porque la mar está buena, la zona está protegida.
Alguna calita más y llegamos al Cap de Mossén Vives
Lo rebasamos para entrar en la pequeña bahía resguardada de la Tramontana por el Cap de Faváritx, cuyo faro se recorta sobre el cielo al norte.
Ya vamos buscando el mejor lugar para montar campamento nocturno, hay varias opciones, teniendo en cuenta el respeto a mantener con el entorno, estamos en el Parque Natural de S´albufera des Grau: Cala en Tortuga , Cala Morella y Cala Presili.
Elegimos la esquina del arenal de Morella, donde pasamos una noche muy tranquila, a la luz de los destellos del faro.
6 Arenal de Morella - Fornells
Despertar en la playa siempre tiene encanto.
Arrancamos la última etapa en dirección al cabo, una vez reconocidos los rincones de la bahía.
El paso de Favaritx significa un nuevo cambio de rumbo, ya vamos hacia el oeste. Podemos acercarnos a las rocas, en zonas de poca profundidad, gracias a las condiciones. Siempre es buena idea planificar el paso de los cabos importantes en las primeras horas de la mañana, ya que salvo situación de bajas presiones suele ser cuando la mar está más tranquila.
El escape que presenta esta zona es la cala dés Portitxol, al oeste.
La costa nos permite el rock gardening, durante alguna milla, hasta cala en Caldés.
Investigando el entorno...
El Peñón de Mongorfa nos sirve de refencia para buscar las calas de s´Enclusa y de Mongofra antes de acceder a la próxima bahía, la de Es Brut.
Continúan las urbanizaciones, que aprovechan alguna cala, y el bonito entorno, nosotros preferimos dedicar más tiempo al Racó de na Ferradura, aquí los acantilados ya no son pizarrosos sino calizos.
Podemos explorar las Illes d´Addia, si bien hay que tener en cuenta que es zona de especial protección en el parque natural, que ya se termina.
Más adelante vemos la torre de Addaia de 1800, que se encuentra en la bahía del Port d´Addaia, que está urbanizada, pero es tranquila. Nos damos aquí un descansito.
Seguimos jugando entre las rocas, buscando pasos exclusivos gracias a nuestro calado.
La Cova des Replá la distinguimos desde lejos, en el Racó de Sa Trona. Hasta la Punta Grossa, la costa se mantiene agreste.
Luego, la playa del Arenal d´en Castell está muy ocupada y urbanizada, seguimos hasta la Punta des redoble, está subiendo el viento, y hay tráfico de embarcaciones rápidas que se concentran en un canal, ya que encontramos grandes piedras aisladas en aguas profundas que no llegan a velar.
Tras la playa de Son Saura tenemos la Cala Pudent, habiendo cambiado otra vez rumbo hacia el norte, buscando Punta Redona.
Por aquí hay algo de movimiento.
A partir de la que dejamos este área resguardada, para recortar la Mola de Fornells, que tiene mucho encanto, con sus cuevas: des Bruixes, des Orgues, de na Polida y dels Anglesos.
Estamos en el Racó del Llamp, la parte más alta (Talaia de Fornells 123 m).
Tras pasar la Punta des Morter, accedemos a la bahía de Fornells.
Último paleo..... llegamos al mismo punto donde iniciamos esta travesía, completando el círculo.
Una isla preciosa, en seis días.
Endulzar, secar... y a pillar el Ferry para volver a la península.