Dentro de la planificación de actividades de kayak de Mar "regladas", como actividades formativas, concentraciones, competiciones, rutas organizadas etc... no puede faltar nunca un plan "B", que nos salve al menos en parte la actividad, si las condiciones del momento no permiten su desarrollo según lo previsto.
A pesar de que esto no solo se aplica a esta disciplina, sino a cualquier otra que sea el resultado de una preparación previa, ya sea deportiva o no... muchas veces se olvida.
Es precisamente cuando no nos encontramos obligados a "planificar" de manera formal, es decir, cuando salimos a navegar por nuestra cuenta ya sea una ruta corta o una travesía larga, cuando ponemos menos cuidado en el tema.
Es precisamente cuando no nos encontramos obligados a "planificar" de manera formal, es decir, cuando salimos a navegar por nuestra cuenta ya sea una ruta corta o una travesía larga, cuando ponemos menos cuidado en el tema.
Entendiendo el concepto de manera amplia, las opciones alternativas a la idea inicial, son aplicables en estos casos, también al ámbito de la seguridad, por lo que podríamos incluir en la cuestión los elementos de seguridad preventiva. Creo que es una buena práctica el preguntarnos a nosotros mismos ¿que haremos si......? antes de salir al agua.
Si somos capaces de darnos una respuesta adecuada a los diferentes escenarios que podemos plantear, entonces estamos haciendo las cosas bien. Hay que recordar que nuestra actividad se desarrolla en un entorno natural, cambiante; además de las múltiples situaciones diferentes en las que podemos encontrarnos durante una travesía, que no dependen de las condiciones climáticas u oceanográficas.
Más de una vez tendremos que cambiar la idea original una vez iniciada la ruta, especialmente si es de días. Y es entonces cuando tendremos que tener la idea y recursos necesarios para llevarla a cabo.
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