domingo, 15 de marzo de 2020

#YoMeQuedoEnCasa, trabajando en nuevos proyectos...

En estos días, en los que podemos aportar nuestro granito de arena para la solución de esta epidemia causada por el coronavirus (COVID-19) quedándonos en casa, para limitar la expansión de la enfermedad, también podemos disfrutar de la mar.


Todo viaje comienza con su planificación, incluso antes... con lecturas, fotos y vídeos estimulantes de personas que han vivido experiencias que nos cautivan y hace crecer en nosotros el deseo de navegar.

Hoy no hablaré de kayaks, sino de navegación a vela, otra manera de sentirte en armonía con el mar, y que te permite ir lejos de una manera limpia y hermosa. A los que nos tira la mar nos gustan todo tipo de embarcaciones, y algunos que ya tenemos bastantes millas recorridas las hemos ido compaginando en diferentes etapas de nuestras vidas. En mi caso, siempre he realizado navegación costera, pero como a otros, me llama la línea del horizonte. La lectura de históricas singladuras en solitario es una de mis preferidas, estos son algunos de los libros de mi biblioteca más motivadores para mí.


La navegación oceánica a vela en solitario es una de las pocas aventuras auténticas que aun se pueden llevar a cabo en nuestro pequeño y muy explorado planeta. El medio es duro, cambiante, no controlable e inmenso y debes ser capaz de solucionar los inevitables problemas que surgen cada día, además de soportarte durante mucho tiempo.

Si a todo lo anterior le añadimos el aliciente del minimalismo, del que ya hemos hablado bastante por aquí, y navegamos en barcos pequeños, esloras de kayaks prácticamente, la cosa se pone de lo más interesante. Hay una WEB estupenda que se llama navegar-es-preciso.com, que tiene un apartado dedicado a los "noseve", así denomina a los pequeños veleros oceánicos que ni siquiera se distinguen entre las olas. En este portal hay un artículo de culto para los que tenemos este martillazo: CLICK

Bastantes de los actuales navegantes de altura a vela más prestigiosos se han formado en la clase mini, pequeños veleros de 6,5 metros que realizan el cruce del Atlántico en regata, cada dos años. Los prototipos de estos pequeños bólidos diseñados para navegar con vientos portantes son verdaderas maravillas.


Más interesante aún que cruces oceánicos son las vuetas al mundo a vela, mucho más si es en solitario y muchísimo más si es en un barco de eslora reducida. En 2010 Alessandro di Benedetto dio la vuelta completa al mundo sin escalas en un velero de 6,5m.


En mayo de hace dos años Szymon Kuczynski la realizó pasando al sur de los tres cabos (Buena Esperanza, Leeuwin y Hornos) en un Maxus de 22 pies... de serie!


En la última entrada del blog hable de un proyecto que tiene muy buena pinta, el lanzamiento de una nueva clase mini, veleros de 5,80 m de bajo presupuesto, que se realizó ayer mismo de manera oficial y que pretende organizar la primera regata alrededor del mundo con este tipo de embarcación en 2024. CLICK

Desde 2021 hasta 2023 habrá varias regatas oceánicas para probar a fondo el barco... interesante verdad..! CLICK



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