El Canal du Midi, lleva ese nombre desde tiempos de la revolución francesa, aunque su construcción se llevó a cabo entre los años 1666 y 1681. Es el canal navegable más antiguo de Europa.
Luis XIV puso en marcha el proyecto con la finalidad de comunicar Atlantico y Mediterráneo conectando el canal con el río Garona.
El transporte de mercancías por esa vía funciono más o menos efectivamente un par de siglos, con sus vicisitudes. La llegada del ferrocarril y el transporte por carretera acabaron finalmente con esa utilidad y hoy día es principalmente un destino turístico.
Sirve como comunicación entre océano y mar para barcos, evitándoles ir hasta el estrecho de Gibraltar, pero la mayoría de embarcaciones que lo recorren son turísticas, generalmente en régimen de alquiler.
Por poquito... pero pasó...
En zonas urbanas, las aguas tienen uso deportivo, e incluso residencial, en gabarras y barcos vivienda.
Hoy en día para los viajeros en bici es un destino muy atractivo, por su comodidad y belleza.
Los desniveles del terreno se salvan con esclusas, algunas de ellas están entre la ingeniería y el arte, y hay un total de 63.
Además pasaremos junto a 6 presas. A lo largo del canal veremos 126 puentes, muchos de ellos preciosos.
El propio canal está declarado Patrimonio de la Humanidad, y pasa por pueblos y ciudades medievales que merecen ser visitadas, como Toulouse, Castelnaudary o Carcasona.
En tiempos, el canal también se utilizaba para el trasporte de pasajeros y correo, además de mercancías, y los barcos se movían tirados por caballos, siguiendo los caminos paralelos al curso del agua. Esto lo hace muy sencillo para recorrerlo en bicicleta.
Estos caminos están perfectamente mantenidos, son sombreados y muy fáciles de pedalear, por lo que es una ruta muy asequible y frecuentada por cicloturistas, incluyendo familias enteras sobre ruedas.
Hay multitud de servicios para los cicloviajeros, nuestros preferidos fueros las casas de las esclusas reconvertidas en alojamientos y bares, por su encanto y localización.

Viendo el perfil, la ruta podría hacerse en una sola jornada en plan fatiga....
.... pero desde luego el recorrido merece la pena hacerse de manera pausada en varios días, en modo "ciclismosinprisa", disfrutando de la campiña francesa, del ambiente bucólico del canal y las poblaciones.
Por Carcasona pasa el Camino De Santiago... mejor dicho... allí arranca uno de ellos, el Camino del Piamonte, que llega hasta Saint-Jean-Pied-de-Port, cruzando el Pirineo.
Pero además del camino, este año pasó el Tour de Francia, así que ajustamos horarios y calendario para estar allí en la llegada de la 15ª etapa. En primera fila.
Aquí llega Tim Wellens ganador de la etapa en solitario, tras un ataque a 43 km de meta.
Hay que verlos para hacerse una idea de la sensación de velocidad...
Nosotros seguimos ...
Salimos de Toulouse y terminamos en Séte, unos 260 km de pedaleo relajado. Nada más llegar a la costa mediterránea... bañito.
Séte, fin del camino.
Hasta la próxima.





















































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